Cuando en casa de nuestros padres por fin somos dueños de una habitación sólo para nosotros, o cuando finalmente logramos tener una casa propia o un apartamento, el dormitorio es el rincón especial al que por lo general le dedicamos nuestra mayor atención. Es muy importante contar con un espacio personal, íntimo, totalmente privado, en el que podamos refugiarnos cuando nos sentimos tristes o cansados, en el que podamos brincar y cantar a viva voz cuando la euforia nos abraza, y en el que podamos ser como realmente somos frente al espejo, con nosotros mismos.
De pequeños nos enseñan a compartir los juguetes, la ropa y la habitación con algún hermano, pero llega el momento en el que se vuelve necesaria la privacidad; es básico contar con una cueva en la que podamos convertirnos en nuestros propios observadores, ser filósofos y creadores de utopías, y llorar nuestras distopías. Y cuando al fin contamos con ese lugar, ha llegado el momento de dar rienda suelta a nuestra creatividad y poner en práctica todas las ideas que se han ido hilvanando a lo largo del tiempo acerca de cómo organizar, acomodar, decorar y utilizar ese nuevo espacio. Una cascada de colores nos invade, los estilos nos envuelven, de pronto nos gustaría una habitación minimalista pero recordamos que tenemos muchos detalles para colgar por aquí y allá, entonces pensamos en una habitación ecléctica pero no nos gusta saturar de colores, y entonces de pronto ¡no sabemos qué hacer!
Pues bien, antes de continuar con tu nuevo proyecto, debes considerar un punto muy importante: independientemente del tamaño de la habitación, lo ideal es que tu dormitorio se perciba amplio aprovechando la superficie de la mejor manera funcional y estéticamente. Aquí te damos unos tips para que aproveches al máximo el espacio de tu habitación y lo conviertas en un lugar luminoso, abierto, fresco y que luzca amplio y organizado. Toma nota ¡y pon manos a la obra!
Iluminar y fusionar espacios.
Si tienes la fortuna de contar con un balcón o una ventana grande, puedes colocar un mosquitero, unas cortinas traslúcidas y otras coloridas y gruesas a las orillas, abrir de par en par los vidrios ¡y dejar entrar la luz a borbotones! Esto no sólo traerá iluminación natural a tu habitación, también la ayudará a ventilarse y conectará el espacio interior con el exterior, de tal modo que la habitación parezca alargarse hacia el jardín, el patio o la calle. Una extensión de tu rincón favorito ¡en el aire!
Espejos y reflejos.
El clásico tip que nunca está de más, pues funciona a la perfección: los espejos. Entre mayor sea la superficie que refleje, más amplio se sentirá el lugar. ¿Qué tal cubrir una pared completa con espejos? Eso hará que el espacio se duplique visualmente, que la luz se refleje el doble y la superficie parezca alargarse indefinidamente. ¿Y si además aprovechas la cubierta de espejo para ocultar un armario? ¡El resultado sería genial! Pues además los organizadores ocuparían sólo el espacio necesario sin interferir en el tránsito. ¡Un tip fantástico!
Organización alternativa
Estamos acostumbrados a la organización lineal y a nivel del piso, pues de esa forma tenemos las cosas a la mano, ¿cierto? Pero cambiar el orden, sorprendernos modificando la organización y distribución de objetos de uso cotidiano, es bueno para ejercitar el cerebro y para reorganizar el espacio. Una opción es retirar los libreros y centros de almacenaje del piso y colocarlos en el techo… ¡sí, no es broma, en el techo! Observa la imagen: el armario se integra a la pared ocultándose, al otro lado la habitación se cierra por medio de biombos plegables, y a nivel del piso sólo se encuentra la cama y una mesita a los pies. La superficie no es mucha, sin embargo el lugar se percibe amplio y con mucha libertad de movimiento. El secreto es que los libros, discos y detalles decorativos se colocaron sobre una estructura que se fijó en el cielo de la habitación, ¡qué genial!
Patrones y organización.
Los patrones son la continuidad infinita por excelencia. El uso de patrones coloridos y de formas sencillas en habitaciones pequeñas logra una percepción de mucha amplitud y orden. Si a esto le agregas organizadores prácticos que puedan usarse para varias cosas a la vez, como sostener la cama y delimitar áreas, ¡qué mejor! Con un poco de color, un organizador que guarda, ordena y oculta cosas además de sostener la cama y delimitar la zona de dormir de la zona de estudio, paredes blancas, delicados acentos artísticos… ¿qué más necesitas?
Una distribución diferente.
Para cambiar un poquito el orden de las cosas, ¿qué te parece subir la cama de nivel? Esta imagen muestra una estructura de madera, muy simple y ligera, que se cuelga directamente del techo. No necesita de mesitas de noche, una superficie un poco mayor al colchón es suficiente. Una lámpara al nivel de las almohadas, una escalerilla delgada ¡y muchas ganas de soñar!
La parte de abajo puede aprovecharse para una salita privada, un área de estudio, área de televisión o zona de meditación… ¡puedes hacer lo que te plazca, el espacio es todo tuyo!
Orden y perfección.
El secreto de cualquier estilo, diseño y decoración para funcionar a la perfección y crear un ambiente cálido, antojable y luminoso, es mantener todo en orden. Si puedes lograr una mezcla de colores suave y delicada, una organización impecable, limpieza, los objetos básicos y absolutamente necesarios, una iluminación dirigida tenue y sutil y una entrada de luz natural radiante, ¡estás muy cerca de la perfección!
Color, reflejos, magia… ¡todo!
El color es mágico, la psicología del color nos dice que nuestro estado de ánimo se modifica gracias a los colores que nos rodean, e incluso se pueden curar enfermedades por medio de ellos. Eso no lo podemos asegurar, lo que sí podemos decirte es que un buen uso del color es básico para crear una sensación de paz y descanso en el dormitorio. El color blanco crea una sensación de amplitud en cualquier lugar, mientras que colocar acentos de algún otro color en lugares específicos la incrementa y rompe con la monotonía. Si a esta mezcla le incluyes espejos en ciertas zonas, por ejemplo frente a la puerta, en la cabecera o frente a la cama, luces empotradas detrás de plafones o iluminando alrededor de los muebles, a las orillas del techo o detrás de la cama, estarás creando un espacio mágico, hermoso ¡e ideal!